Las tuberías de evacuación de aguas negras, lluvias y de drenaje de los edificios se asemejan al sistema circulatorio del cuerpo humano, es decir, también sufren de arterioesclerosis debido al paso de grasas, almidones y otras sustancias propias del sistema. Como tal es una enfermedad silenciosa que ataca sorpresivamente, a veces en los momentos en que es más difícil solucionar el problema (fines de semana, noches, eventos especiales, etc.). Por esta razón se impone el mantenimiento preventivo como única herramienta que minimiza las obstrucciones y taponamientos debido a la acumulación de sedimentos, cabellos, jabón, suciedad o cuerpos extraños (como juguetes pequeños) que se descargan por el inodoro.
